El servicio de internado es una unidad médica destinada a pacientes que requieren una atención prolongada y más intensiva que la que se puede brindar de manera ambulatoria. Los pacientes ingresan al internado cuando su condición médica demanda un monitoreo constante, tratamientos complejos o intervenciones que no pueden realizarse en casa.
Durante su estancia, los pacientes son evaluados regularmente por un equipo multidisciplinario compuesto por médicos, enfermeras, especialistas y otros profesionales de la salud, quienes coordinan su atención. El objetivo principal del internado es estabilizar la condición del paciente, llevar a cabo pruebas diagnósticas, administrar tratamientos específicos y asegurar su recuperación antes del alta médica. Dependiendo de la evolución del paciente, también puede ser necesario transferirlo a otras unidades especializadas o continuar con su rehabilitación en un entorno hospitalario.